Di de baja la cuenta de “Guatzá” y desinstalé la aplicación. ¿Porqué? Como suele suceder, las causas son múltiples, pero se podría decir que me harté de que su responsable trate a sus “usados” como mercancía ganadera y que prefiero evitar herramientas cuyo nombre nadie pronuncia correctamente. Como si eso fuera poco, su fabricante (cara-libro) usa la información recolectada para cambiar el comportamiento de sus usados, condicionándoles a comprar cosas que no necesitan, a votar candidatos contrarios a sus intereses y a percibir una realidad manufacturada, tergiversada, alienante y polarizante. Guatzá es una aplicación de código privativo (inauditable) cuyas vulnerabilidades socavan la confianza, seguridad y privacidad de sus usados.
Usados por tecnología obsoleta
¿Porqué las compañías telefónicas ofrecen promociones especiales a los usados de Guatzá? Porque los usados de Guatzá son simultáneamente usados por las compañías telefónicas. Pasaron más de cuarenta y ocho (48) años desde que el correo electrónico funcionara independientemente de los números de la red telefónica. Con una anacronía que roza el absurdo, Guatzá y otras aplicaciones (como Signal, Telegram y otros) se empecinan en requerir a sus usados que tengan un contrato con alguna compañía de telefonía celular . ¿No será momento de comenzar a usar un sistema de mensajería instantánea que funcione con tan solo una conexión a Internet, un usuario (anónimo) y una contraseña? Ese tiempo existió y sigue existiendo con servicios como los de IRC, XMPP (entre otros) pero pareciera que en nuestra historia tecnológica de avances y retrocesos, nos cuesta entender que surjan tecnologías que nacen obsoletas. Sin embargo, la presión social (para estar en contacto con personas relevantes de nuestras vidas) nos lleva a instalarlas y permitirles ser usados por ellas, despojándonos de la potestad de nuestra propia voz, de nuestras ideas escritas, de nuestra libreta de direcciones, de nuestras imágenes, de nuestra ubicación y de cualquier otro dato almacenado en un teléfono-computadora que pareciera ser más inteligente que nosotros mismos. Seguimos sin entender que nuestros datos son más valiosos que el oro , más valiosos que el petróleo y que se pueden volver en nuestra contra cuando caen en manos ajenas (como cuando son almacenados en la nube, que es un eufemismo para hacer referencia a una computadora ajena).
La información que los usados publican en plataformas que no controlan, son aprovechadas en operaciones de ingeniería social .
La propaganda no sería tan peligrosa si no fuera tan efectiva como la publicidad . Estas nuevas tecnologías imponen estructuras de poder asimétrico. Las plataformas de redes sociales toman el poder que los usuarios otorgan de buena fe, perjudicando injustamente a la parte más débil (al usado y su sociedad) en favor de la parte más fuerte (del fabricante de la plataforma).
Quienes deseen contactarme, podrán seguir haciéndolo como siempre a través de los medios de contacto que figuran en la sección “Información de contacto” del sitio web. Los canales disponibles son correo electrónico y RiotElement. Element es un sistema de mensajería instantánea escrito por la comunidad del software libre, el cual permite a los usuarios intercambiar mensajes y archivos de manera privada, sin interferencias. Para registrar un nuevo usuario en Element basta con indicar un nombre de usuario y contraseña. El protocolo de comunicaciones sobre el cual Element está implementado se llama matrix. Matrix es un estándar abierto que ofrece bases sólidas, compatibles y modulares para las comunicaciones, permite al usuario elegir entre diferentes programas para accederlo y hasta crear servidores federados (para que cada persona u organización implemente su propio servidor en caso de considerarlo oportuno). No es un sistema perfecto pero ofrece a todas luces, un mejor nivel de prestaciones sin obligarnos a sacrificar los derechos civiles y humanos que tanto esfuerzo costaron conseguir. Los derechos son como los músculos, si no los usamos, los perdemos. El derecho a la privacidad es fundamental para el ejercicio de los demás derechos civiles que necesitamos para funcionar como sociedad.
Ahora percibo mi existencia un poco mas relajada y refrescantemente, sin interrupciones, concentrado en lo que está pasando y prescindiendo de distracciones innecesarias, fotos de gatitos, noticias falsas y muchísimas otras desinformaciones que es preferible desconocer y que afortunadamente ahora comienzo a ignorar.